'Steve Jobs': clase magistral de habilidad, falta algo

Las buenas noticias para el nuevo Steve Jobs película es que el mayor obstáculo que tiene que superar es el de 2013 Empleos, protagonizada por Ashton Kutcher, como Steve Jobs. Entonces, al menos, es mejor que ese choque de trenes hagiográfico.

Pero considerando el talento que se muestra aquí (esta película está escrita por Aaron Sorkin, dirigida por Danny Boyle y protagonizada por Michael Fassbender en el papel principal), deberíamos haber esperado eso. Y esas credenciales por sí solas deberían responder cualquier pregunta sobre por qué necesitamos otra película biográfica de Steve Jobs.

Pero esas credenciales también plantean otra pregunta. Es decir, ¿de quién termina siendo esta película? ¿Cuál es la fuerza creativa que impulsa Steve Jobs, y por tanto, ¿cómo entendemos de qué trata esta película?

Esta película biográfica del fundador y director ejecutivo de Apple y el gigante tecnológico Steve Jobs adopta el enfoque más inteligente que cualquier película biográfica puede adoptar al colocar un enfoque similar al láser en una parte muy específica de la vida de Jobs. Se centra en los preparativos entre bastidores de tres importantes lanzamientos de productos. Vemos el Macintosh en 1984, el Apple NeXT en 1988 y el iMac en 1998. Cada uno es una sola escena en tiempo real con una conversación tensa y de confrontación que se enfoca en cinco relaciones interpersonales individuales, aquellas entre Jobs y Steve Wozniak (Seth Rogen) , John Sculley (Jeff Daniels), Joanna Hoffman (Kate Winslet), Andy Hertzfeld (Michael Stuhlberg) y la hija de Jobs, Lisa Brennan-Jobs (Makenzie Moss a los 5, Ripley Sobo a los 9 y Perla Haney-Jardine a los 19).

Si tiene la sensación de que esta es una película excesivamente estructurada, tiene razón. Quizás más que cualquier otra película de este año, esta es una que vive y muere por su estructura. Toda la película se construye a partir de un diálogo casi constante y de las reacciones de los personajes a lo que se dice. En otras palabras, es el tipo de película de un guionista, una donde los planos básicos de todo lo mantienen unido, y el diálogo es la ley.

Es el tipo de película que sería casi imposible de crear para cualquiera que no fuera Aaron Sorkin. Sorkin es quizás uno de los pocos guionistas famosos de Hollywood. Para aquellos de ustedes que no están familiarizados con la estructura del trabajo cinematográfico, ser guionista es sorprendentemente bajo en el tótem. Tú dibujas los planos, pero se modifican constantemente, y es más que raro que un guionista sea una voz creativa en el proyecto finalizado, a menos que también sea el director.

Cuando Sorkin escribe una película, sus huellas dactilares la recubren. Y eso ciertamente no es una excepción en Steve Jobs.

La película es constante y tiene una ingeniosidad sobrenatural que hace que los discursos sean rápidos, que van y vienen, por parte de sus personajes, una consecuencia natural de la reputación de Sorkin como uno de los mejores escritores de diálogos de Hollywood. Sin duda, el guión de Sorkin es el alma palpitante de esta película. Las conversaciones (en el mejor de los casos) son tan intensas y cortantes como cualquier secuencia de acción, y una de sus favoritas es la intensa pelea transversal entre Jobs y el entonces CEO de Apple, John Sculley, que contiene algunas de las escenas duales más locas. diálogo, lectura de líneas pirotécnicas que he visto este año.

En caso de que aún no lo haya descubierto, estoy en gran parte del lado de la película que pertenece al guión de Sorkin, y creo que sin duda podemos llamarlo una película de Sorkin. Sin embargo, esto también significa que las debilidades del guión de Sorkin se vuelven mucho más frecuentes sin una fuerte voz creativa que lo desafíe.

El guión de Sorkin, para empezar, es realmente agotador en algunos puntos. Y esto quizás se deba al asiento trasero que ocupa Danny Boyle en la dirección de esta película. No se puede negar que Boyle es un director elegante, increíblemente cinético, pero aquí se siente confinado al espacio del set. Si bien tiene un momento o dos para florecer, gran parte de lo que hace se siente como si estuviera rindiéndose a las necesidades de un guión de Sorkin: tomas largas y constantes que están diseñadas para permitir que sus actores atraviesen páginas y páginas de diálogo.

Con el anterior guión del gigante tecnológico de Sorkin, La Red Social, contó con la dirección de David Fincher, uno de los fanáticos del control más legendarios del cine. Con Fincher, Sorkin tenía a alguien que tenía tantas ideas sobre el material como él, alguien que estaba dispuesto a combinar su propio estilo con las necesidades de un guión de Sorkin. El diálogo rápido y el movimiento constante de Sorkin se vieron frenados por la realización cinematográfica deliberada y procedimental de Fincher, y la precisión y el espaciado de Fincher se sintieron rápidos y frescos gracias al guión de Sorkin. Es el choque y la colaboración lo que creó la brillantez.

On Steve JobsSin embargo, Boyle no se siente como un socio igualitario; más bien se siente como un oficial durante la mayor parte de la película. E incluso cuando Boyle aparece, es a través de su movimiento constante y cinético, que es demasiado halagador para Sorkin. Perdemos el choque que tuvo Fincher. Pero gran parte de la película carece de alguna floritura de dirección, alguna idea para equilibrar todo el asunto. No hay un fanático del control al nivel de Fincher, por lo que el constante tornado vertiginoso de diálogos de Sorkin va a desgastar incluso al espectador más experimentado de su trabajo. Especialmente en el tejido conectivo entre las conversaciones principales, que a menudo ralentiza la emoción.

También hay un alto grado de artificialidad en la película. Esto no quiere decir que todas las películas deban ser descarnadas, realistas y con los pies en la tierra. Las películas escapistas y exaltadas son donde el medio está en su mejor momento.

Ahora, nada de esto se debe a la actuación. Es un elenco pequeño, pero hacen un trabajo fenomenal. Jeff Daniels se siente como en casa realizando la gimnasia verbal de Sorkin, después de haber pasado tres temporadas como líder en El cuarto de noticias. Es, sin duda, uno de los aspectos más destacados en el departamento de apoyo. Rogen hace el papel bastante estándar de "comediante que se vuelve dramático", interpretando al cofundador Wozniak, generalmente popular como un muppet, quien le ruega a Jobs que le dé algún reconocimiento por lo que él y el equipo de Apple II hicieron. Y Winslet, como la confidente más cercana y directora de marketing de Jobs (y mujer polaca con un acento inconsistente) Hoffman, hace gran parte del trabajo pesado del elenco secundario, proporcionando el otro vínculo constante a lo largo de la película para que la audiencia se enganche.

Ahora es el momento de discutir el grande. Michael Fassbender como trabajos. Un actor que aparece en cada escena, en cada minuto, y tiene más líneas en una película que las que han tenido algunos actores en toda su carrera. Si hay alguien más que podríamos argumentar que tiene una voz creativa en esta película, es Fassbender, debido a las elecciones que hace al crear y retratar su interpretación de Jobs. El Jobs de Fassbender es un hombre fundamentalmente roto, alguien que estaba "mal hecho" (como Jobs le confiesa desgarradoramente a su hija hacia el final de la película). Está constantemente compitiendo contra sus peores instintos y cediendo a ellos con demasiada frecuencia. Pero también hay un intento constante de hacer algo bien, de no hacer de su trabajo la mejor parte de él. Fassbender presenta una actuación notable, una en la que, sin importar lo que sientas por Jobs, sabes que puedes entender de dónde viene y quién es. Fassbender's Jobs es una actuación de clase magistral de uno de los mejores actores que trabajan hoy en día, y solo eso hace que valga la pena ver la película.

Volviendo al crédito de Sorkin: gran parte de ese trabajo de personajes existe en el guión. Si bien las situaciones y los artilugios de la trama pueden ser artificiales, los personajes que la pueblan ciertamente no lo son. Se sienten personas reales y difíciles.

El impulso creativo de Steve Jobs descansa en Aaron Sorkin, con todos sus defectos y toda su maravillosa brillantez creativa. Pero sin una segunda voz que se comprometa y negocie lo que sucede, la película pierde algo de la magia de La Red Social, y los excesos del guión comienzan a mostrar el trabajo de puntada y los hilos de los títeres. Una merecida actuación futura ganadora de un Oscar de Fassbender y el gran trabajo del elenco de apoyo junto con muchas grandes batallas de diálogo e intercambios hacen Steve Jobs una delicia de ver.

Pero no es la declaración definitiva sobre la era tecnológica que podría ser.

GRADO B

Editor de opinión | Brandon Wagner es un estudiante de último año de God Only Know Where, Estados Unidos, que estudia Estudios de Cine y Medios con una especialización en Religión. Este es su primer año en The Wheel, en un probable experimento equivocado para ser crítico de cine. Cuando no está escribiendo sobre los grandes éxitos de taquilla o las películas de Spike Jonze o Andrei Tarkovsky o Zack Snyder, está escribiendo sobre comedia televisiva, el futuro de los videojuegos como arte o la relación entre el público y la experiencia cinematográfica. En otras palabras, Brandon Wagner básicamente no tiene nada más que esto.